E. P.
“Decía que los orgasmos servían para mover la energía del cuerpo”. Este es uno de los testimonios con los que ha arrancado este lunes el juicio contra seis personas —cinco mujeres y un hombre— acusadas de formar parte de la supuesta secta sexual de Vistabella del Maestrat. La Fiscalía les imputa nueve delitos de abuso sexual —seis de ellos a menores de edad— y un delito de asociación ilícita, y solicita penas de entre 16 y 76 años de prisión. El Ministerio Público sostiene que los acusados actuaban como colaboradores necesarios del líder del grupo, conocido como Tío Toni y fallecido en prisión provisional en 2022, quien habría sometido durante años a sus seguidores a rituales sexuales con fines “sanadores”.
Durante la primera jornada del juicio, víctimas y familiares han narrado ante el tribunal el clima de manipulación y miedo que se vivía en la comunidad. Una joven que asegura haber sido agredida entre los 12 y los 17 años relató que el líder le pedía tener relaciones sexuales “para sanar enfermedades” y que incluso le propuso tener hijos con él porque así “traerían seres de luz al mundo y ayudarían a que fuese mejor”.
El grupo, según la investigación, se formó en Castellón a comienzos de los años noventa y se trasladó después a una casa de unos 700 metros cuadrados en Vistabella, donde convivían las familias de los seguidores del líder. En ese entorno, las víctimas aseguran que se normalizaban los abusos y que la comunidad vivía bajo una estricta jerarquía. “Todo el mundo le tenía miedo”, declaró una de ellas.
El juicio, que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia de Castellón, continuará durante las próximas semanas con la declaración de nuevos testigos y peritos, y se prevé que se prolongue hasta diciembre.

            
        
        
        
        
        
            
                                
                             