La industria cerámica de la provincia de Castellón vuelve a encajar un duro revés. En esta ocasión, la empresa afectada es Codicer, una firma con sede en Castelló que se encamina al cierre definitivo, convirtiéndose en un nuevo ejemplo de las dificultades que siguen atravesando algunas compañías del sector.
Desde la patronal Ascer han señalado que, en líneas generales, el sector cerámico ha logrado mantener cierta estabilidad a lo largo de 2025. Sin embargo, esta situación no ha sido suficiente para evitar que empresas, especialmente las de menor tamaño, se vean obligadas a bajar la persiana. Muchas de ellas continúan soportando el impacto acumulado de la pandemia, el incremento de los costes energéticos y las exigencias de la normativa europea, sin contar con la capacidad financiera de los grandes grupos empresariales.
Codicer representa precisamente este escenario. La compañía ha dado un paso decisivo hacia el cierre tras los últimos movimientos de la propiedad y la firma de un expediente de regulación de empleo (ERE). El acuerdo se alcanzó este jueves durante una reunión entre la dirección y los representantes de la plantilla.
Según lo pactado, los trabajadores afectados recibirán una indemnización de 26 días por año trabajado, con un límite máximo de 17 mensualidades. Un desenlace que vuelve a poner de manifiesto la fragilidad de parte del tejido industrial cerámico de Castellón y la incertidumbre que todavía pesa sobre el futuro de algunas de sus empresas.


