Las cofradías de Castellón han encendido las alarmas: muchos arrastreros podrían verse obligados a parar antes de Navidad porque están a punto de agotar los días de faena permitidos por la Unión Europea. De las cerca de 50 embarcaciones activas, la mayoría solo dispone de dos semanas más de actividad autorizada.
El mecanismo estatal que reparte días adicionales permanece bloqueado desde octubre, y la ampliación aprobada entonces apenas supuso dos jornadas extra por barco. Algunas tripulaciones ya han decidido reservar los pocos días que les quedan para diciembre, y otras continúan trabajando sin garantías de poder cubrir toda la campaña.
El sector teme que, si no se amplían urgentemente las jornadas, las lonjas tengan que recurrir a pescado importado en plena temporada navideña, justo cuando más se demandan especies locales como merluza, pulpo o rape. Además, la situación está acentuando la pérdida de flota y el desgaste de un oficio con cada vez menos relevo generacional.
España negocia en Bruselas una ampliación de días para este final de año y para 2026, mientras pescadores y cofradías piden respuestas rápidas para evitar que diciembre llegue con la flota amarrada.
