En un municipio como Cortes de Arenoso, disponer de un botiquín farmacéutico no es un lujo: es una necesidad. Significa acceder a medicamentos sin recorrer kilómetros, poder reservar un fármaco por teléfono y recogerlo en horario de mañana o tarde. Es bienestar, calidad de vida y servicios. Tres ingredientes clave en la lucha contra la despoblación en el medio rural.
Siete meses después de quedarse sin el servicio, la Dirección General de Farmacia de la Generalitat acaba de autorizar un nuevo botiquín para Cortes, que se suma al que ya funciona en San Vicente de Piedrahita, cubriendo así los dos núcleos de población. El botiquín abre los lunes, martes y viernes de 15:30 a 17:30, y los miércoles de 9:00 a 14:00, con la posibilidad de encargar previamente los medicamentos y asegurarse su disponibilidad.
Tras meses sin este recurso, la reapertura se ha logrado gracias a la gestión municipal y al empeño del alcalde, Florencio Catalán. «Lo hemos conseguido entre todos, cediendo un espacio municipal para atender a nuestros vecinos como merecen», ha declarado Catalán. “Es un motivo más para vivir aquí”, afirma.
La buena noticia llega justo al inicio de las fiestas del pueblo. “Durante el año somos unos 300 vecinos, pero en verano llegamos a 2.000. Quien nos visita, vuelve”, subraya Catalán.
En Cortes de Arenoso, un botiquín no es solo un servicio sanitario: es un motivo más para quedarse.