- El grupo de Riegos IVIA sustenta su tesis tras ensayos realizados en distintos cultivos de Alberic y Callosa d’en Sarrià
El grupo de Riegos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, IVIA, ha llevado a cabo varios estudios en distintos cultivos que muestran que una mayor superficie mojada se traduce en una mejor eficiencia de aplicación del riego por goteo.
Este grupo de expertos del IVIA, dependiente de la Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, sostiene que el riego por goteo debe proporcionar equilibrio entre un volumen de suelo humedecido para abastecer a las raíces correctamente y un área mojada que minimice las pérdidas por evaporación y percolación profunda.
Un primer estudio en una parcela de cultivo de mandarina (Clementina Arrufatina) en el municipio valenciano de Alberic, mostró que duplicar el número de goteros por planta mejoran la productividad del agua y el estado hídrico del cultivo. Además, el uso de una línea de goteo adicional entre filas de árboles favoreció también el desarrollo del cultivo. Sinergias favorables al combinar el incremento de superficie mojada con riego subterráneo, logrando ahorros del 20-25 % de agua.
Un análisis posterior en un cultivo de níspero en la Cooperativa Agrícola de Callosa d’en Sarrià (Ruchey), en Alicante, reveló también que el empleo del doble de emisores por planta permitió reducir el riego en torno al 10 % sin mermas en la producción. El mayor solape entre bulbos favoreció la disponibilidad de agua en el suelo, mejorando el estado hídrico de la planta, especialmente en épocas de alta demanda.
Más recientemente, y en la misma línea, un nuevo estudio en la misma cooperativa de Callosa d’en Sarrià en un cultivo de aguacate permitió concluir que un aumento de goteros por planta minimiza drenajes e incrementa significativamente la producción de aguacate. Asímismo, la incorporación de una línea adicional de goteros ofrece una mejor distribución de la humedad del suelo, mejora la producción y aumenta ligeramente la materia seca del fruto.


Riego eficiente
El riego por goteo se ha situado en las últimas décadas como el sistema más eficiente con consumos medios de agua. Concretamente, el 74 % de la superficie regada de la Comunitat Valenciana emplea este sistema, consumiendo únicamente el 48 % del agua disponible para regadío.
Con esta primera modernización del regadío iniciada a finales del siglo XX, se ha logrado mejorar notablemente la eficiencia hidráulica, es decir, la relación entre el agua sustraída de origen frente a la aplicada en parcela. Sin embargo, se pueden mejorar estas tasas optimizando la eficiencia de aplicación, es decir, el balance entre el agua aprovechada por la planta (evapotranspiración de cultivo) y el agua recibida en parcela.
El grupo de Riegos IVIA sostiene que, al inicio de plantación, se debe definir el diseño agronómico de la instalación de riego de forma que garantice que la instalación suministre, de manera óptima y eficaz, las necesidades hídricas del cultivo en cantidad y forma. El sistema de riego debe ser un aliado que permita adaptar la instalación a las características del cultivo, tipo de suelo e, incluso, a los turnos de riego disponibles.
Otro punto clave es determinar las necesidades de riego del cultivo. La estimación de dosis de riego es recomendable realizarla con una frecuencia semanal. El cálculo se puede llevar a cabo en la web www.riegos.ivia.es, desarrollada por el Servicio de Tecnología del Riego (STR) del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). Este portal web permite calcular las horas de riego específicas para cada parcela a partir de variables meteorológicas, información del cultivo (marco de plantación y diámetro de copa) y características del sistema de riego (número de goteros por planta y caudal de los mismos).
El sistema por goteo aplica bajos volúmenes de agua con una alta frecuencia. El agua descargada por los goteros sobre la superficie del suelo se infiltra y se redistribuye vertical y horizontalmente, resultando en un volumen mojado denominado bulbo húmedo. Las raíces se concentran preferentemente en este bulbo húmedo, donde sus condiciones son óptimas, ya que tanto el agua como los nutrientes están fácilmente disponibles.
Mojar la totalidad del sistema radicular facilita la absorción de agua y nutrientes, generando una respuesta positiva en términos de crecimiento, producción y estado hídrico del cultivo. El incremento de la superficie mojada mediante el aumento del número de emisores por planta es recomendable en cultivos ubicados en climas áridos o semiáridos y/o con raíces superficiales. Condición que habitualmente se cumple en especies frutales de origen subtropical y tropical cultivadas en el clima Mediterráneo, tales como el aguacate, que concentra su mayor parte de raíces en los primeros 30 cm. Pero cítricos y otros frutales también se pueden ver favorecidos por estos diseños.