Agosto de 2023 (1ª quincena)

En la imagen Riquelme en el partido del Campeonato Nacional de Liga de la temporada 2005-06 frente al Celta de Vigo en El Madrigal.

Juan Román Riquelme

El Villarreal se estaba consolidando en el fútbol profesional español, pero le faltaba dar un último paso, entrar en competiciones europeas. Para ello Fernando Roig tenía la clave. Empezó a realizar grandes fichajes, uno de los más destacados, y que rápidamente se convertiría en el héroe de la afición amarilla, sería Juan Román Riquelme, centrocampista internacional argentino. Llegaba cedido por el Barcelona durante dos temporadas, siendo más tarde traspasado por 2 millones de euros, uno en variables si el equipo se clasificaba para la Champions. De esta forma el Villarreal se hacía con el 80 por ciento de los derechos del futbolista argentino, mientras que el club catalán mantenía el 20 por ciento restante.

Juan Román Riquelme se convirtió en la piedra angular del proyecto deportivo, ya que el Villarreal conformó un equipo que giraba alrededor de él. A lo largo de las temporadas demostraría ser uno de los mejores jugadores que ha pasado por el Villarreal Club de Fútbol, si no el mejor. A lo largo de la trayectoria en el submarino Riquelme disputó 106 partidos en liga con la camiseta amarilla, marcando 37 goles y dando 35 asistencias. Llevó al equipo a jugar la máxima competición europea y posicionarse en los mejores puestos de la tabla. Un juego vistoso, alegre, elegante y único que consiguió enamorar a todos los aficionados. Disputó cuatro temporadas en el Villarreal haciendo que, para los amantes del conjunto ‘groguet’ y del buen fútbol, se hicieran muy cortas.

Tras las grandes temporadas, tanto en liga como en Champions con el Villarreal, Riquelme pareció quedarse atascado con el fallo del penalti de las semifinales de la Champions contra el Arsenal. Para el comienzo de la temporada 2006-2007, y tras su buen Mundial, Riquelme daba síntomas de no sentir las mismas fuerzas para seguir jugando con el «Submarino Amarillo». Sus constantes discusiones con la directiva y el quiebre de su relación con Pellegrini, tras no acordar su regreso a los entrenamientos, provocó que, habiéndose disputado apenas 13 partidos de liga de la temporada 2006-2007, Román fuera apartado del primer equipo, produciéndose su salida del club en febrero de 2007.