El CD Castellón cerró su año con una derrota en el Nuevo Mirandilla, cayendo por 2-0 ante el Cádiz. El partido comenzó con intensidad por parte de los albinegros, que pronto mostraron su intención de controlar el juego y generar ocasiones claras. Lucas llegó a marcar, pero el VAR intervino y el gol fue anulado tras una polémica acción en la que Camara parecía tocar el balón con la mano.
Sergi Ripollés asumió la dirección técnica para este duelo, sustituyendo a Pablo Hernández por motivos de salud. Desde el pitido inicial, los orelluts se mostraron atrevidos: Camara tuvo la primera gran oportunidad estrellando el balón en el poste y poco después Gere estuvo a punto de inaugurar el marcador tras un pase preciso de Cala, solo para ver cómo un defensor desviaba su disparo. Matthys también fue protagonista, evitando que los locales se adelantaran en un mano a mano que mantuvo al equipo en el partido.
Tras el descanso, el Castellón salió decidido a marcar, pero el partido dio un giro polémico al minuto 55. Alcázar anotó su primer gol con la camiseta albinegra tras un pase de Camara, pero el árbitro lo anuló por una supuesta mano del guineano, que tocó el balón primero en la cabeza y luego con el brazo pegado al cuerpo. Pese a la frustración, el equipo continuó buscando abrir el marcador, sin éxito.
En los minutos finales, Dawda apareció con velocidad y definición en dos contragolpes prácticamente idénticos, anotando primero al minuto 70 y repitiendo diez minutos después para sellar el 2-0. El Castellón lo intentó hasta el último segundo: Barri probó desde la frontal en el minuto 85 y, en el descuento, Tincho y Alberto tuvieron ocasiones muy claras, pero el portero local respondió con grandes intervenciones.
Con esta derrota, el CD Castellón concluye el 2025 en la quinta posición, sumando 31 puntos y manteniéndose en zona de playoff de ascenso a Primera División. El próximo desafío de los orelluts será en casa, el sábado 3 de enero a las 16:15 horas, cuando reciban a la SD Huesca en el SkyFi Castalia.

