Castellón encara una nueva edición del Sorteo Extraordinario de Navidad con la ilusión intacta y la esperanza de volver a escuchar su nombre asociado al premio mayor. La provincia aspira a sumar un nuevo Gordo a su historial, algo que no sucede desde 2023, cuando el número 88.008 dejó una lluvia de millones en distintos puntos del territorio.
Sin embargo, un repaso pausado a las cifras del sorteo desmonta la idea de que exista un rincón especialmente tocado por la fortuna en tierras castellonenses. A diferencia de otras zonas de la Comunitat Valenciana, aquí no hay un pequeño municipio que haya construido su fama alrededor de una relación continuada con el primer premio. La suerte, al menos en Navidad, ha sido más bien esquiva y dispersa.
Los registros históricos lo confirman: en más de doscientos años de sorteos, el Gordo solo ha recalado en cuatro ocasiones en la provincia. Dos de ellas tuvieron como escenario la capital de la provincia, Castelló, en 1934 y en 2012, mientras que Vinaròs celebró el premio en 1964 y Onda hizo lo propio en 2012. Un balance que deja una curiosa conclusión: ningún municipio castellonense ha logrado repetir el primer premio.
En tiempos más recientes, la emoción ha llegado de otras maneras. En 2023, en Alcossebre, en el término de Alcalà de Xivert, se repartieron cerca de 2,8 millones de euros del Gordo. A ello se suman administraciones de localidades como Benicàssim, Vila -real o la capital, que han distribuido premios secundarios de relevancia, aunque sin lograr que el máximo galardón vuelva a asentarse en un mismo lugar.
Un reparto simbólico que refleja una constante: en Castellón, la fortuna parece preferir pasar de largo, dejar huella en muchos sitios y evitar, año tras año, echar raíces en un solo pueblo.

