Ayódar, un pequeño municipio en el Alto Mijares, vio alterada su tranquilidad esta semana cuando la Policía Nacional detuvo allí a uno de los tres presuntos neonazis investigados por actividades de carácter terrorista. La intervención sorprendió a los vecinos, que vieron varios vehículos policiales acceder a la calle donde residía el sospechoso.
El detenido llevaba un tiempo viviendo en el pueblo, aunque apenas se relacionaba con nadie y pasaba la mayor parte del tiempo en su vivienda. Su perfil encajaría con el tipo de jóvenes solitarios que, según los investigadores, suelen captar grupos como The Base, una organización aceleracionista que impulsa pequeñas células clandestinas y defiende acciones violentas de inspiración supremacista.
La noticia causó sorpresa entre los habitantes de Ayódar, muchos de los cuales apenas recordaban haber visto al joven más allá de algún saludo ocasional. En bares y comercios, la operación se convirtió en el principal tema de conversación.
Las pesquisas señalan, además, que el supuesto responsable de la estructura española de The Base sería un vecino de Onda, David D. G., para quien se ha decretado prisión provisional. La Audiencia Nacional sostiene que mantenía contacto directo con la cúpula internacional del grupo y participaba en actividades de adoctrinamiento y entrenamiento con armas. Según los investigadores, su objetivo sería impulsar pequeñas unidades orientadas a acciones selectivas destinadas a desestabilizar instituciones y Estados.
La detención en Ayódar se suma así a una operación inédita en España contra esta red clandestina, que había logrado pasar desapercibida incluso en uno de los pueblos más tranquilos y remotos de Castellón.












