El Estadio de la Cerámica vivió anoche una de esas veladas que quedan grabadas en la memoria colectiva. El Villarreal CF dio un paso más en un arranque de temporada que ya es de récord, imponiéndose por 2-1 al RCD Mallorca gracias a los tantos de Gerard y Oluwaseyi. Con esta victoria, el conjunto amarillo alcanza los 29 puntos en las primeras trece jornadas, un registro nunca antes logrado por el club en la élite, superando la marca de la campaña 2007/08, cuando se quedaron en 28.
Un partido enrevesado, resuelto con paciencia
La puesta en escena del Mallorca obligó al Villarreal a emplearse a fondo. Así lo explicó Marcelino García Toral al término del encuentro, subrayando la complejidad táctica planteada por el conjunto balear: el equipo rival, dijo, se presentó “con prácticamente seis defensas y marcajes individuales muy estrictos”, una fórmula que dificultó la fluidez en la circulación y la aparición de espacios. Pese a ello, el técnico valoró que su equipo supo manejar fases clave del duelo y generar peligro: “tuvimos varias ocasiones claras para haber metido”.
El choque tuvo momentos de incertidumbre. El Villarreal golpeó primero, pero el empate inmediato del Mallorca obligó a los locales a rearmarse mentalmente. Marcelino reconoció que el triunfo tiene un peso especial: “Valen tres puntos, pero parecen más, metimos un gol en el inicio, inmediatamente nos empatan y no ha sido fácil”.
Un vestuario comprometido con un objetivo mayor
Más allá del resultado, el entrenador quiso destacar el compromiso colectivo en un arranque que ya figura en la historia del club: “29 puntos, paso a paso y con humildad. Quiero darle la enhorabuena y el agradecimiento a los jugadores, que se esfuerzan, jueguen los minutos que jueguen. LaLiga no termina hoy, tenemos que seguir sumando de tres en tres”.
La lectura del técnico también incluyó su decisión de reforzar el ataque en la recta final, una apuesta que acabó dando resultado: “Queríamos ganar, incorporar futbolistas en campo rival. Metimos gente de refresco para intentar superar una defensa superpoblada. A veces sale bien y otras mal, pero apostamos por ganar y tampoco era un riesgo excesivo ya que no nos estaban generando mucho”.
El foco, ya en Europa
Sin apenas margen para el descanso, el Villarreal mira ahora hacia el compromiso europeo del martes. Marcelino dejó claro que el equipo encara la cita con la máxima ambición: “La Champions está ahí. Estamos a mitad de competición y queremos ganar. Vamos a un gran escenario contra un gran equipo, pero con ambición y con el ánimo de competir. Hemos jugado tres partidos de Champions a gran nivel y estoy absolutamente convencido de que vamos a dar nuestra mejor versión”.
El encuentro ante el Mallorca concluyó con un mensaje rotundo del técnico hacia sus jugadores, una declaración que resume el momento del equipo y su convicción en lo que viene: “La determinación en las áreas decidirá quién gane, pero lo que no admite la más mínima duda es que yo confío en esta plantilla ciegamente”.

