El Villarreal no estuvo a la altura de las circunstancias ante uno de los rivales más modestos de la Champions League. El conjunto amarillo cayó derrotado (1-0) frente al Pafos FC, un equipo chipriota que apenas inquietó la portería rival, pero que supo aprovechar la única ocasión clara que tuvo, en un córner que terminó en gol.
El equipo dirigido por Marcelino García Toral arrancó el encuentro con intensidad y pudo sentenciar en los primeros diez minutos. Dos oportunidades clarísimas, desperdiciadas por Mikautadze y Gueye, evidenciaron la falta de acierto del conjunto castellonense. A partir de ahí, el Villarreal se atascó, incapaz de encontrar los espacios necesarios para batir al guardameta local, que vivió una noche más tranquila de lo esperado.
Con el marcador inicial se llegó al descanso, y tras la reanudación, llegó el jarro de agua fría. En una de las escasas llegadas del Pafos, un centro desde el córner fue rematado de cabeza ante una defensa pasiva y un portero que dudó en la salida. El tanto puso por delante a los chipriotas y hundió aún más a un Villarreal sin ideas.
Desesperado por la falta de reacción, Marcelino agotó todos los cambios en el minuto 62, intentando agitar a los suyos ante el papelón que estaban firmando en tierras chipriotas. Sin embargo, la reacción al 1-0 del Pafos fue incluso peor que los minutos anteriores: el Villarreal se desordenó, perdió precisión y nunca dio sensación real de peligro.
El tiempo se agotó y el marcador no se movió más. El Villarreal pierde así una gran oportunidad de sumar puntos y complica seriamente su futuro en la competición. Tras cuatro jornadas, el conjunto amarillo solo acumula un punto, un balance insuficiente para un equipo que aspiraba a más.

