El Villarreal CF ya ha comenzado a preparar un desplazamiento histórico para su afición. A la espera de la confirmación definitiva, el club trabaja en los detalles del viaje a Miami, en donde el 21 de diciembre próximo podría disputarse el encuentro frente al FC Barcelona correspondiente a la jornada 17 de LaLiga.
La UEFA anunció el pasado lunes, 6 de octubre, que autorizaba la posibilidad de que este partido se juegue fuera de España, allanando así el camino para que LaLiga cumpla con la obsesión de Javier Tebas de llevar un partido oficial del campeonato español a Estados Unidos. No obstante, aún falta el visto bueno de la FIFA antes de que el proyecto pueda hacerse realidad.
Mientras tanto, el Villarreal ha puesto en marcha un plan ambicioso para que sus abonados puedan acompañar al equipo sin asumir ningún gasto. La entidad amarilla prevé fletar al menos 50 vuelos chárter gratuitos para sus socios, que viajarían el viernes 19 de diciembre y regresarían justo después del partido.
En lo económico, el club destinaría todos los ingresos obtenidos por disputar el encuentro en Miami a cubrir los costes del desplazamiento, estimados en cuatro millones de euros. Además, ofrecería a los socios que no viajen la posibilidad de recuperar el 20% del precio de su abono, una medida que podría suponer 1,2 millones de euros adicionales si todos los abonados del club lo pidieran.
Sin embargo, la celebración del partido fuera de España no está exenta de obstáculos. El Gobierno español ya ha expresado su desacuerdo con esta iniciativa. La ministra de Deportes, Pilar Alegría, reiteró hace unos meses su postura, argumentando que las competiciones nacionales deben de jugarse en España. También señaló que el Ejecutivo está centrado en atraer eventos internacionales, pero que las competiciones domésticas deben mantenerse en territorio nacional.
Por tanto, aunque UEFA y FIFA den luz verde, el futuro del encuentro dependerá de la decisión del Gobierno y del Consejo Superior de Deportes que, aunque algunos consideran que no tiene competencias para impedirlo, otros si le atribuyen dicha potestad. Si no se presentan argumentos sólidos por parte de la Real Federación Española de Fútbol para justificar la disputa del partido en Miami, el CSD podría retrasar o incluso impedir su celebración.
De este modo, mientras LaLiga aguarda el respaldo institucional necesario, el Villarreal mantiene su compromiso de apoyar a su afición y estar preparado para un posible viaje histórico que, si nada se interpone, llevaría el color amarillo a las gradas de Miami para cerrar el año futbolístico.