Las altas temperaturas de este fin de semana han coincidido con un inesperado repunte del COVID-19, provocando una presión creciente en las urgencias hospitalarias, tanto en las valencianas como en el resto de España. Golpes de calor y síntomas respiratorios han sido los motivos principales de asistencia, especialmente entre personas mayores y pacientes vulnerables.
El repunte está asociado a la variante NB.1.8.1, apodada “Nimbus”, que se propaga con rapidez y escapa parcialmente a la inmunidad previa. Aunque la mayoría de los casos no son graves, el aumento de contagios ha coincidido con una baja cobertura vacunal este año, lo que incrementa los ingresos en grupos de riesgo.
El virus, como ya sabemos, no sigue un patrón estacional y esta nueva cepa está circulando con fuerza. Se observan casos con mucha fiebre, diarreas y dolor de garganta intenso. En urgencias de los hospitales comenzaron a notar esta sintomatología creciente desde el pasado mes de junio, pero se ha hecho especialmente evidente durante este último fin de semana.
La situación se complica por la falta de personal debido a las vacaciones y por la saturación provocada por el calor extremo. Desde el sector sanitario se pide responsabilidad: usar mascarilla si aparecen síntomas y consultar pronto con los servicios médicos para acceder a tratamientos antivirales eficaces.
En cuanto a los golpes de calor, es importante incidir en que las altas temperaturas suponen un riesgo real para la salud, especialmente en personas mayores, bebés, enfermos crónicos y quienes trabajan al aire libre. Ante la oleada de calor que atraviesa la Comunidad Valenciana, estos son algunos consejos básicos para evitar complicaciones:
Prevención:
- Hidrátate constantemente, aunque no tengas sed.
- Evita salir entre las 12:00 y las 18:00 horas.
- Usa ropa ligera, de colores claros y tejidos transpirables.
- Permanece en lugares frescos, ventilados o con aire acondicionado.
- No hagas ejercicio físico intenso durante las horas centrales del día.
- No dejes nunca a nadie dentro de un coche cerrado, ni siquiera por pocos minutos.
Síntomas de alerta:
- Mareo, debilidad o dolor de cabeza.
- Sudoración excesiva seguida de piel seca.
- Náuseas o vómitos.
- Confusión o desorientación.
- Pérdida de conciencia.
Qué hacer si ocurre:
Llama al 112 si los síntomas son graves o no mejoran.
Lleva a la persona a un lugar fresco y sombrío.
Afloja su ropa y refréscala con paños húmedos o ventilación.
Dale agua si está consciente.