Una fuerte tormenta de lluvia y granizo sacudió el pasado sábado diversas comarcas de la provincia de Castellón, dejando a su paso un rastro de destrucción. El fenómeno, provocado por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), sorprendió a vecinos y agricultores con precipitaciones intensas, dejando más de 140 l/m2 y granizo de gran tamaño.
Las comarcas más castigadas fueron La Plana Baixa, el Alto Palancia y parte del Camp de Morvedre. Localidades como Burriana, Betxí, Nules, la Vall d’Uixò, Moncofa, Orpesa del Mar y Almenara sufrieron especialmente los efectos del granizo, que dañó cultivos, vehículos, viviendas y mobiliario urbano resultaron gravemente dañados en varios municipios de la provincia de Castellón tras la intensa tormenta del sábado. Registrando numerosos incidentes, con vehículos abollados por el granizo, tejados y ventanas rotas en viviendas, y farolas, señales y árboles caídos en la vía pública. Teniendo que realizar los bomberos más de 60 servicios.



Las organizaciones agrarias estiman que los daños provocados por la tormenta ascienden ya a 25 millones de euros. El impacto se ha concentrado principalmente en el sector agrícola, donde se han visto afectadas entre 6.000 y 8.000 hectáreas de cultivo.
Los cítricos, en especial la variedad Clemenules, han sufrido los peores efectos, con pérdidas millonarias. También se han registrado daños en plantaciones de almendros, olivos, melón, sandía y aguacates. Además, el viento y el granizo provocaron destrozos en infraestructuras agrarias, invernaderos y sistemas de riego.



La magnitud de los daños amenaza con repercusiones a medio plazo en la economía de la zona. La campaña citrícola, que ya se preveía complicada, podría convertirse en una de las peores de los últimos años. La merma en la producción también implica un descenso significativo en la oferta de empleo temporal ligado a la recolección y el procesamiento de fruta.