Castellón vive un auge sin precedentes en el consumo prenavideño. Las semanas de descuentos, especialmente el Black Friday, han motivado a los consumidores a adelantar sus compras con el objetivo de asegurarse los mejores precios. Cada vez más familias planifican la Navidad con antelación, lo que está generando un fuerte impacto en las ventas del comercio local y provincial.
Un incremento notable del gasto medio familiar
En 2024, el gasto medio familiar en Castellón alcanzó los 1.047 euros, lo que supone un incremento del 8 % respecto al año anterior, cuando la cifra se situó en 968 euros. Este aumento confirma una tendencia ascendente que, según los comerciantes, vuelve a repetirse en 2025.
La mayor parte del presupuesto continúa destinándose a restauración, alimentos para comidas y cenas navideñas, y regalos. Sin embargo, en los últimos años ha surgido un fenómeno inesperado: la compra de decoración navideña.
La fiebre por decorar
La adquisición de elementos decorativos —luces, guirnaldas, árboles, adornos temáticos o figuras para interiores y exteriores— ha experimentado un aumento del 68 %. Este crecimiento explosivo está llevando a numerosas empresas de la provincia a quedarse sin stock incluso antes de diciembre, obligándolas a reponer mercancía mucho antes de lo habitual.
Los comerciantes coinciden en que esta tendencia está directamente relacionada con el impacto de plataformas como TikTok e Instagram, donde proliferan los vídeos de “decorating the house”, retos de iluminación navideña y contenido aspiracional que invita a los usuarios a transformar sus hogares en escenarios festivos cada vez más elaborados.
Navidad adelantada: las ciudades también se suman
El fenómeno no se limita a las casas. Las propias ciudades adelantan la instalación de luces para atraer visitantes, dinamizar el comercio y reforzar el ambiente festivo. En Castellón, la colocación de la iluminación navideña en octubre fue uno de los temas más comentados del otoño, simbolizando esta tendencia a anticipar el espíritu navideño.
Por su parte, municipios como Peñíscola o Morella se han consolidado como destinos navideños de referencia gracias a sus espectaculares iluminaciones, especialmente tras la notoriedad alcanzada al ganar el concurso de Ferrero Rocher, un escaparate que ha impulsado el turismo estacional y ha incrementado el consumo en estas localidades.
Además del comercio tradicional y las grandes superficies, los mercadillos navideños, las luces urbanas y las propuestas kilómetro 0 están ganando terreno. Los consumidores buscan cada vez más productos artesanales, experiencias únicas y ambientes festivos que apoyen la economía local.
Todo apunta a que el 2025 seguirá esta misma línea ascendente. Las primeras semanas de noviembre ya muestran cifras superiores a las del año pasado, y las tiendas prevén un nuevo récord de ventas con un calendario prenavideño que se extiende más que nunca.
El adelanto de las compras, la influencia de las redes sociales y el deseo de crear ambientes navideños más espectaculares están marcando un nuevo ritmo en el consumo. Castellón, adelantada a las fiestas, vive así una Navidad cada vez más intensa, más luminosa y, sobre todo, más activa económicamente.
