La decisión definitiva está pendiente aún del visto bueno de la FIFA
La UEFA ha dado su autorización para que el partido de LaLiga entre Villarreal y Barcelona se juegue en Miami, aunque lo hace con notables reticencias. La decisión, tomada de forma excepcional, deja la última palabra en manos de la FIFA, que deberá determinar si el encuentro puede disputarse finalmente fuera de España.
El organismo europeo aclaró que esta medida no representa un cambio de criterio, sino una respuesta puntual a una solicitud concreta. En su comunicado, la UEFA subraya su oposición a que los partidos de liga nacional se celebren fuera de sus fronteras, pese a haber recibido propuestas similares de otros países, como el caso del Milan-Como en Italia.
Tras consultar a federaciones, clubes, jugadores y otras partes implicadas, la entidad constató que la mayoría se mostró en contra de trasladar los partidos domésticos al extranjero. Sin embargo, la falta de una normativa precisa en el reglamento de la FIFA, actualmente en revisión, llevó al Comité Ejecutivo a aceptar de forma excepcional las peticiones presentadas por las federaciones española e italiana.
Desde la UEFA se insiste en que el objetivo es colaborar con la FIFA para establecer un marco regulatorio que garantice la protección de las competiciones nacionales y la relación entre los equipos y sus aficionados locales.
Aleksander Čeferin, presidente del organismo, remarcó que esta decisión no sienta precedente y que los partidos de liga deberían mantenerse en sus países de origen. Según explicó, permitir encuentros fuera del territorio nacional podría perjudicar a los seguidores que acompañan a sus equipos cada jornada y alterar la igualdad competitiva entre los clubes.
A la espera de la resolución final por parte de la FIFA, el Villarreal-Barcelona tiene cada vez más posibilidades de jugarse en Miami, un hecho que va a seguir generando un amplio debate dentro del fútbol español y, por supuesto, europeo.