La provincia de Castellón vivió anoche una de esas jornadas que quedarán en el recuerdo por la intensidad de la lluvia y las consecuencias que trajo consigo. En apenas unas horas, varios municipios superaron los 100 litros por metro cuadrado, provocando incidencias en carreteras, cortes de tráfico y numerosas intervenciones de los servicios de emergencia.

Lluvias torrenciales, granizo y apagones
Las precipitaciones comenzaron a última hora de la tarde y se intensificaron durante la madrugada. En localidades del interior y la zona costera, las tormentas descargaron con fuerza, convirtiendo calles en auténticos ríos. Alcantarillas desbordadas, viviendas afectadas en bajos y garajes, y vehículos atrapados en balsas de agua fueron algunas de las imágenes de la noche.
En La Vall d’Uixó, además de la intensa lluvia, cayó granizo, lo que incrementó los daños en vehículos y cultivos. Por su parte, en Benicarló, un apagón dejó a toda la población sin suministro eléctrico durante más de una hora, complicando todavía más una noche ya difícil para los vecinos.
En Castelló de la Plana, Vila -real, Burriana y Almassora también se registraron problemas por inundaciones, mientras que en municipios del interior los bomberos del Consorcio Provincial tuvieron que atender decenas de avisos.
Muchos vecinos describen la noche como “interminable”. El ruido constante de la lluvia, los rayos iluminando el cielo y la incertidumbre sobre los daños hicieron que el descanso resultara imposible. “Era como si el agua no se acabara nunca”, contaba una residente de Burriana que pasó la madrugada achicando agua en su garaje.