En los últimos meses, se ha registrado un incremento preocupante en los robos de perros de caza en distintos municipios de la provincia de Castellón. Tras el reciente hurto de tres podencos en Sant Joan de Moró, se produjo otro incidente ese mismo día en Llucena, donde desaparecieron dos perros más.
No es un caso aislado: hace unos meses también se denunciaron tres robos en Rossell, lo que eleva a más de 15 el número de perros sustraídos en lo que va de año, incluyendo hechos en Cabanes , Figueroles y Benlloch. En todos los casos, los animales fueron despojados de su tarjeta de identificación o chip, dificultando su localización.
Los dueños hacen un llamamiento a la colaboración ciudadana, solicitando cualquier información que pueda ayudar a recuperar a los animales. Según los expertos, los ladrones suelen centrarse en razas concretas, como podencos andaluces, bracos alemanes, ibicencos y xarnegos valencianos, cuyo valor en el mercado puede alcanzar entre 2.000 y 3.000 eurospor ejemplar.
Las autoridades y los propietarios insisten en extremar las precauciones y denunciar cualquier actividad sospechosa para frenar esta oleada de robos de perros en Castellón que preocupa al sector cinegético y a los vecinos.