La portavoz provincial de Ciudadanos denuncia la desconexión ferroviaria que sufre Castellón y exige a las administraciones públicas un plan urgente, con calendario, presupuesto y compromisos verificables. “Castellón no puede seguir en la cola del transporte público”, advierte.
Castellón, una provincia desconectada
Castellón arrastra una desconexión estructural que compromete su desarrollo. La falta de un sistema de cercanías fiable entre municipios como Vinaròs, Benicarló, Vila -real y Valencia impide competir en igualdad de condiciones con otras regiones del arco mediterráneo.
“Estamos en la cola. Y no por falta de potencial, sino por falta de voluntad política”, denuncia De Moya.
Toda la responsabilidad recae en los organismos públicos
Ciudadanos señala directamente al Ministerio de Transportes, Renfe, Adif, la Generalitat Valenciana y los gobiernos locales como responsables de la situación. “No basta con lamentarse. Hay que actuar. Y hay que hacerlo ya”, advierte la portavoz.
La formación exige un plan concreto, con calendario, presupuesto y compromisos verificables. “La ciudadanía no puede seguir pagando el precio de la inacción institucional.”
Cercanías cada media hora: la propuesta
La medida estrella de Ciudadanos es clara: frecuencias mínimas de treinta minutos en los trenes de cercanías. “Lo mínimo exigible es un servicio constante, fiable y digno. No podemos seguir dependiendo de horarios erráticos y conexiones que fallan más que funcionan.”
Además, De Moya subraya que un servicio ferroviario competitivo no solo transformaría la movilidad en la provincia, sino que permitiría avanzar hacia un modelo más sostenible y racional. “Si el transporte público funciona, la gente lo elige. Y eso significa menos coches, menos emisiones y menos dependencia de combustibles contaminantes. Apostar por cercanías cada media hora no es solo eficiencia: es ecología aplicada, sin dogmas. Es una política útil que mejora la vida de las personas y cuida el entorno.”
El transporte como motor económico
De Moya subraya que la movilidad es clave para la competitividad empresarial, la atracción de talento y la cohesión territorial. “Las empresas necesitan que su capital humano se mueva con agilidad. Los estudiantes, los trabajadores, los autónomos… todos están pagando el precio de una red obsoleta.”
Además, recuerda que los pueblos son los grandes olvidados, y que sin una planificación real, seguirán perdiendo población y oportunidades.
El momento de actuar
“Castellón no necesita más explicaciones: necesita movimiento. Es hora de que el transporte público deje de ser una barrera y se convierta en una vía de progreso. Si queremos una provincia competitiva, conectada y viva, el momento de actuar es ahora”, concluye De Moya.