La Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo ha iniciado el traslado de los fondos documentales del Archivo Histórico Provincial de Castellón a su nueva sede, un proceso que se prolongará durante unas tres semanas.
La mudanza marca un nuevo capítulo en la historia de esta institución, cuya gestión fue transferida oficialmente del Ministerio de Cultura a la Generalitat el pasado mes de enero. Desde entonces, el gobierno valenciano ha puesto en marcha diferentes procesos para la apertura del edificio: la creación de puestos de trabajo, la contratación de los servicios de seguridad y limpieza, así como la adquisición del equipamiento imprescindible para su funcionamiento.
Paralelamente, se han adjudicado contratos de mantenimiento de ascensores, climatización, jardinería, control de plagas y legionela, sistemas contra incendios y otras instalaciones técnicas. Además, se han revisado los protocolos de seguridad con la reubicación de sensores y la instalación de nuevas cámaras de vigilancia, al tiempo que se planifica la dotación tecnológica del centro con impresoras, terminales telefónicos, ordenadores para consulta pública, sistema de megafonía y un proyector destinado a la sala de conferencias.
La secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, ha subrayado que todavía quedan cuestiones pendientes de resolver por parte del Ministerio, como la adecuación de la valla frontal del edificio. También ha confirmado que el mobiliario del laboratorio se instalará antes de que finalice el mes.
El Archivo Histórico Provincial de Castellón conserva principalmente protocolos notariales de más de un siglo de antigüedad, así como documentación histórica de la Audiencia Provincial, de juzgados, de la Delegación de Hacienda y de otros organismos de la Administración central. Su origen se remonta a una Orden Ministerial de 7 de noviembre de 1968. Inicialmente, se ubicó en la Casa de la Cultura de la calle Mayor; en 1983 se trasladó al sótano de la Dirección Provincial del Ministerio de Cultura en la avenida del Mar y, desde 1989, permanece en el sótano de la Biblioteca Pública del Estado en la calle Rafalafena. La saturación de depósitos en 2003 obligó a paralizar nuevas transferencias documentales.
La nueva sede ocupa un edificio de 1969, fruto de la reforma integral de uno de los inmuebles que formaban parte del antiguo Col·legi Universitari de Castelló (CUC), germen de la actual Universitat Jaume I, fundada en 1991. Con una capacidad aproximada de 5.000 metros lineales, el archivo alberga más de 35.000 unidades de instalación.
Entre los fondos destaca su documento más antiguo: un pergamino de 1282 en el que el notario Genar Rabassa confirma la asignación de términos en Onda y Borriol. Aunque se conservan piezas que abarcan desde los siglos XIII al XIX, la mayor parte de los documentos corresponden al siglo XX, reflejo de la evolución administrativa e histórica de la provincia.