La provincia de Castellón ha sufrido durante esta noche uno de los episodios más sofocantes de este verano. El termómetro no ha dado tregua y, lejos de descender al caer el sol, se ha mantenido en valores propios del mediodía.
En municipios del litoral y prelitoral, como la Vall d’Uixó, los termómetros han llegado a marcar los 36 grados incluso de madrugada, un registro inusualmente elevado que ha convertido el descanso en un reto para sus vecinos. En la capital de la Plana y en Benicàssim, las mínimas no han bajado de los 30 grados, consolidando lo que los meteorólogos denominan una noche tórrida.
Tampoco el interior ha encontrado alivio. Localidades de montaña como Vistabella del Maestrat o les Useres han registrado valores cercanos a los 26 grados, cuando habitualmente disfrutan de noches frescas durante el verano.
El episodio ha obligado a muchos vecinos a recurrir a ventiladores y aparatos de aire acondicionado durante toda la noche, mientras que otros han optado por salir a terrazas o balcones en busca de alivio. Las autoridades sanitarias recuerdan que este tipo de noches calurosas incrementan el riesgo de golpes de calor y problemas cardiovasculares, especialmente en personas mayores y colectivos vulnerables al mínimo síntoma llamar al 112.
La Agencia Estatal de Meteorología mantiene activo el aviso amarillo por temperaturas extremas en varios puntos de la provincia, y no se descarta que los próximos días la situación se repita si persiste la ola de calor. La noche del 18 de agosto pasará a la memoria de muchos castellonenses como una de las más sofocantes del verano, en un mes de agosto que sigue sin dar respiro.