Durante las fiestas patronales de Portell de Morella, dedicadas a San Tomás y San Roque, en el acto taurino conocido «bous al carrer» se vivió un momento de tensión. En pleno desarrollo del evento, una vaca se dirigió hacia la entrada de una vivienda y, en su embestida, quedó encajada entre los barrotes que protegían la puerta.
La escena provocó inquietud entre los asistentes, ya que el animal parecía intentar acceder al interior. Los dueños de la casa, sorprendidos, decidieron abrir completamente la puerta para evitar daños en la estructura y facilitar que la vaca se liberara. Mientras tanto, varios participantes del festejo actuaron con rapidez para distraerla y reconducirla hacia la calle.
Tras unos minutos de nerviosismo, el animal fue liberado sin sufrir daños, y tampoco se registraron desperfectos ni heridos. El episodio quedó en una anécdota que será recordada por este susto, pero no empañó el ambiente festivo, que continuó con normalidad el resto de la jornada.