En la sede de ALCER Castalia hay un nuevo mueble que guarda mucho más que clavos y tablas. Es un sofá de palets, fruto del esfuerzo y la creatividad de un grupo de mujeres que, meses atrás, apenas se atrevían a cambiar una bombilla y que ahora saben enfrentarse a pequeñas reparaciones domésticas con seguridad.
La iniciativa, bautizada como Bricowoman, surgió con un objetivo claro: que las mujeres asociadas pudieran aprender a realizar por sí mismas los arreglos que necesita cualquier casa. Una necesidad que se hace más evidente en un contexto en el que muchas viven solas y han sido autosuficientes en casi todo… salvo en el bricolaje, un terreno todavía muy vinculado a roles masculinos.
A lo largo del ciclo formativo, las participantes aprendieron a cambiar una cisterna, reparar un enchufe, sustituir la correa de una persiana o una cerradura, arreglar un grifo, un fusible o un pomo, entre otras tareas. El aprendizaje culminó en 2024 con la construcción de ese sofá de palets, al que en las últimas semanas han añadido cojines y elementos decorativos confeccionados por ellas mismas en un taller de costura.
ALCER Castalia, la Asociación de Personas con Enfermedad Renal y Trasplantadas de la provincia de Castellón, atiende a más de 1.500 pacientes, combinando la atención directa con acciones de sensibilización y defensa de derechos.