El Consejo Agrario de Burriana se ha reunido esta semana para analizar dos cuestiones prioritarias para el campo local: los graves daños ocasionados por la granizada del 12 de julio y la actualización de las medidas contra la superpoblación de jabalíes.
El episodio de piedra afectó a prácticamente todo el término municipal, con pérdidas totales de cosecha en las zonas más castigadas y daños que comprometen futuras campañas. El pleno municipal ya aprobó solicitar al Consejo de Ministros la declaración de Burriana como zona catastrófica, para poder optar a ayudas.
En materia de control cinegético, el Ayuntamiento está a la espera de autorización para retormar las esperas nocturnas con más de 20 cazadores en 40 puntos estratégicos y se instalarán cinco jaulas trampa, una de las cuales ya está operativa. Además, se ha solicitado a la Conselleria de Medio Ambiente, dentro de la línea de ayudas para el control poblacional del jabalí, un paquete de actuaciones que incluye: otras diez jaulas trampa (5.136,45 €), un contenedor de 950 litros con ruedas (720 €), el servicio con SECANIM para la recogida, transporte e incineración de ejemplares abatidos (5.500 €) y la gestión de las 15 jaulas (4.537,50 €). En total, la ayuda solicitada asciende a 15.893,95 euros.
El consistorio de la capital de la Plana Baixa mantiene también conversaciones con la Diputación de Castellón y la Conselleria para que la carne obtenida de las capturas pueda ser procesada en el matadero de Burriana, con el objetivo de destinarla tanto a consumo humano como a la elaboración de piensos.