Los trabajos desarrollados por la diócesis de Segorbe-Castellón en el santuario sacan a la luz los cimientos de la que podría ser la iglesia original
Un hallazgo inesperado puede reescribir la historia del santuario de Sant Joan de Penyagolosa, uno de los espacios religiosos más emblemáticos de la provincia de Castellón. Las obras de adecuación del entorno que está desarrollando la diócesis de Segorbe-Castellón han sacado a la luz restos de lo que podría ser la desaparecida iglesia medieval del enclave, hasta ahora solo conocida por referencias documentales.
Los trabajos arqueológicos, dirigidos por los expertos Pablo García Borja y Joan Enric Palmer Broch, han permitido localizar importantes vestigios constructivos bajo la fachada este de la actual iglesia barroca. En concreto, se han identificado dos muros en ángulo recto, construidos con mampostería y reforzados con sillería en las esquinas, que corresponderían a la cabecera del templo y al antiguo trasagrario. Uno de ellos, el de mayores dimensiones, supera los cinco metros de largo y setenta centímetros de anchura, y discurre en paralelo al muro posterior del trasagrario actual.
La datación preliminar de los materiales recuperados sitúa estos restos entre los siglos XIV y XV, lo que refuerza la hipótesis de que se trataría de los cimientos de la primitiva iglesia medieval de Sant Joan o de alguna estructura anexa relacionada con su presbiterio. Pero las sorpresas no acaban ahí.
Durante la excavación también se han documentado dos niveles de incendio, correspondientes a momentos históricos distintos. Uno de ellos podría remontarse a principios del siglo XVIII, coincidiendo con los estragos de la Guerra de Sucesión. Esta pista encaja con los estudios previos que señalaban que el actual templo barroco, cuya construcción arrancó a mediados del siglo XVII, se alzó tras una profunda transformación del lugar, marcada por episodios de destrucción.
El vicario general de la diócesis de Segorbe-Castellón, Javier Aparici, y el arquitecto diocesano, Ángel Albert , han visitado el yacimiento y han destacado la trascendencia del hallazgo. También lo han hecho los técnicos de la delegación de Patrimonio Cultural, que valoran estos descubrimientos como claves para entender la evolución arquitectónica y simbólica de este santuario a los pies del gegant de pedra, en plena montaña.