El violonchelista, Alfons Rochera Morales, acompañado a la guitarra por Darío Gónzalez, ofrecieron “Sérénade”, en el Desierto de Las Palmas, en Benicàssim, en la iglesia Carmelitana del Monasterio. Un concierto en el que los asistentes disfrutaron de un viaje sonoro sin fronteras. Dos músicos, tres épocas e infinitas emociones que por medio de los instrumentos antiguos y modernos exploraron con gran éxito distintas épocas y estilos.
El poder expresivo de la música en manos de un joven y magnífico experto del violonchelo y de un buen guitarrista transportó al público desde las folías barrocas hasta el impresionismo de Falla y Debussy. Además con gran acierto, una loable y destacada capacidad interpretativa despertaron en todo momento la admiración del público. En el escenario había talento natural, disciplina y pasión artística a raudales y los artistas optaron por diversos estilos manteniendo una esencia elegante y flexiva en la que recibieron numerosos aplausos.