El Festival de Teatro Clásico de Peñíscola clausura una edición brillante marcada por el éxito y la despedida de su directo
Peñíscola consolida su festival clásico como referente nacional con siete funciones de alto nivel artístico
El Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola ha cerrado su vigésimo octava edición con un balance altamente positivo. Del 7 al 20 de julio, el histórico Patio de Armas del Castillo se ha vuelto a convertir en un escenario único para acoger a unos 1.875 espectadores que han disfrutado de siete funciones de gran nivel artístico. Cinco de esas noches registraron lleno absoluto, consolidando este festival, organizado por la Diputación de Castellón, como una cita esencial del verano cultural en la Comunidad Valenciana.
La programación de este año ha ofrecido un recorrido por distintos períodos de la historia del teatro a través de montajes que reinterpretan los clásicos desde una mirada actual. La edición se inauguró con Ifigenia, producción del Festival de Mérida y Maribel Mesón, y continuó con la versión libre de Las amistades peligrosas, firmada por Maribel Bayona y Jerónimo Cornelles. Esta última, junto a El agua de Valencia (Rambleta y Yapadú), han sido coproducciones del festival con compañías damnificadas por el paso de la DANA, reafirmando el compromiso con la creación propia y el impulso al tejido escénico de la Comunidad Valenciana.
También se han representado Hamlet 0.2, una relectura contemporánea de Shakespeare a cargo del Teatre Nacional de Catalunya y Associació Cultural Primera Rèplica, y Los cuernos de don Friolera, la obra de Valle-Inclán, de Estival Producciones y Teatros del Canal. Y dos compañías ya clásicas en el festival, Las Niñas de Cádiz y Ay Teatro, muy queridas por el público de Peñíscola, completaron la programación con La reina brava y Tebanas, respectivamente, arrancando risas y ovaciones cada noche.
Junto a las funciones, el festival ha vuelto a apostar por la juventud con la tercera edición del Taller Pepe Monleón de Periodismo Joven, una colaboración con la Regidoria de Joventut de l’Ajuntament de Peníscola. En el taller, un grupo de jóvenes procedentes de Peñíscola, Valencia, Madrid y Marruecos ha cubierto el festival mediante entrevistas, crónicas, relatos y poemas, que se han publicado en la web y redes del festival.
La amplia repercusión mediática —entrevistas en radio, apariciones en prensa escrita y presencia en medios digitales especializados— ha contribuido a reforzar la visibilidad del festival a nivel autonómico y nacional.
El director del festival, Javier Sahuquillo, ha querido despedirse con unas palabras tras completar su cuarta y última edición al frente del certamen:
“Han sido cuatro años fantásticos al frente del festival, en los que he podido aprender, disfrutar y, en algunos momentos, también padecer. Ha sido una experiencia de vocación de servicio público y entrega total a este maravilloso espacio, con la esperanza de que este proyecto siga creciendo y consolidándose.
Dejo un público fiel que ha disfrutado estos cuatro años, y un equipo técnico y de producción que, día a día, mejora para que el festival crezca y las compañías se sientan como en casa. Dejo también amigos, entre ellos la directora del Castillo, Ester Forner, que es la gran valedora de este festival, que lo ama profundamente y siempre ha estado dispuesta a echarme una mano y a luchar por hacerlo crecer.”
Con esta edición, el Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola refuerza su apuesta por una programación que combina calidad artística, proximidad con el público y un enclave patrimonial excepcional. Su continuidad como referente en el panorama teatral clásico nacional queda más que consolidada.