La primera semana de julio de 2025 arranca con una implacable ola de calor que está golpeando con especial dureza a toda España y, como no, a la Comunidad Valenciana, donde los termómetros han alcanzado valores excepcionalmente altos, superando los 40 °C en muchas zonas, tanto del interior como en zonas costeras.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), esta ola de calor es una de las más intensas registradas en los últimos años en el litoral mediterráneo a finales del mes de junio y a primeros de julio. El fenómeno, provocado por una masa de aire cálido procedente del norte de África, está elevando las temperaturas muy por encima de lo habitual para estas fechas, con noches tropicales que no bajan de los 25 °C en ciudades como Valencia, Castellón y Alicante.
Alerta roja y medidas de emergencia
Las autoridades han activado la alerta roja en varias comarcas del sur de la Comunidad Valenciana, como La Ribera Alta, La Costera y el interior de Alicante. En estos puntos se están registrando temperaturas máximas históricas y un riesgo extremo de incendios forestales debido a la baja humedad y al viento de poniente.
La Generalitat Valenciana ha reforzado los servicios de emergencias y ha recomendado limitar las actividades al aire libre, especialmente en las horas centrales del día. Asimismo, se han habilitado centros climatizados en algunos municipios para que personas mayores y población vulnerable puedan refugiarse del calor.
Precaución
La importancia de una buena hidratación, evitar comidas copiosas y no exponerse directamente al sol son elementos fundamentales para sobrellevar estas altas temperaturas.
Los hospitales han comenzado a notar un incremento en los ingresos relacionados con golpes de calor, deshidrataciones y descompensaciones. Las farmacias también han reportado un aumento en la venta de soluciones rehidratantes y protectores solares.
Efectos en la agricultura y el transporte
Los agricultores valencianos temen por el impacto que estas temperaturas puedan tener en los cultivos, especialmente en la uva, el caqui y los cítricos, cuyos ciclos se ven alterados por el estrés térmico. Algunas asociaciones agrarias ya han solicitado ayudas urgentes para paliar posibles pérdidas.
El calor también está afectando al transporte. Renfe ha reportado retrasos puntuales en algunos trayectos de cercanías debido a la dilatación de las vías, y las compañías de autobuses han reforzado sus protocolos de ventilación.
¿Hasta cuándo durará?
La AEMET prevé que el episodio de calor extremo se mantenga, al menos, hasta el próximo viernes 4 de julio, aunque las temperaturas podrían comenzar a descender ligeramente a partir del jueves por la entrada de una masa de aire más fresca desde el Atlántico.