La plaza de toros de Castellón vivió este sábado una tarde de intensa emoción y profundidad taurina con la Corrida Extraordinaria Homenaje a Manuel Colonques Moreno , un acto que conjugó la solemnidad del tributo con el arte de la tauromaquia en su más elevada expresión. El festejo, concebido como un reconocimiento a la figura de Colonques —empresario, aficionado y mecenas del mundo taurino—, reunió a un cartel de figuras de primer orden y toros de una ganadería de prestigio.
Se lidiaron toros de Domingo Hernández , de excelente presentación y buen juego, que permitieron el lucimiento de los espadas. Los diestros José María Manzanares, Cayetano Rivera Ordóñez y Andrés Roca Rey protagonizaron un festejo cargado de simbolismo, sentimiento y entrega.
José María Manzanares abrió la tarde y obtuvo una oreja del primer toro tras una faena medida, elegante y de gran profundidad. Supo templar las embestidas del astado con la estética que le caracteriza, culminando con una segunda estocada certera. En su brindis, visiblemente emocionado, dedicó la faena a Manolo Colonques, como harían también sus compañeros.
Cayetano Rivera, que se despedía de la plaza de Castellón en su última temporada como matador en activo, fue recibido con una ovación cerrada por parte del público. Su actuación paso desapercibida en los tendidos menos su brindis a Colonques que fue uno de los momentos más sentidos de la tarde, acompañado por el reconocimiento del tendido.
El protagonismo absoluto de la jornada lo firmó Andrés Roca Rey, que salió por la puerta grande tras cortar tres orejas —una a su primer toro y dos al segundo—. El peruano cuajó dos faenas rotundas, de poderío, conexión con los tendidos y dominio absoluto de los terrenos. Su toreo, vibrante y decidido, volvió a dejar claro por qué es uno de los referentes del escalafón actual. Sus gestos constantes hacia Colonques, a quien brindó ambos toros antes de ir al centro del ruedo a brindarselo a la afición taurina, demostraron no solo su respeto sino su sensibilidad como torero y como persona.
El evento fue también un punto de encuentro institucional y social. Entre los asistentes destacaron el alcalde de Vila -real, numerosas autoridades políticas de la Comunitat Valenciana, empresarios, representantes del mundo de la cultura y figuras mediáticas como Isabel Preysler, cuya presencia no pasó desapercibida. El ambiente en los tendidos fue de respeto, entusiasmo y festivo.

En definitiva, Castellón vivió una tarde histórica, no solo por la calidad del espectáculo taurino, sino por el bonito homenaje a Manolo Colonques Moreno .