La entidad bancaria propietaria del inmueble en ruinas procede al sellado y desescombro, tras años de trámites, expedientes municipales e informes policiales
El antiguo almacén de naranjas de Benjamín Beltrán, en estado de abandono durante más de una década, ha sido finalmente limpiado, desescombrado y sellado. La entidad bancaria titular del inmueble ha ejecutado, tras años de gestiones por parte del Ayuntamiento, los trabajos para cerrar accesos, puertas y ventanas, así como vallar el entorno, con el objetivo de impedir la entrada no autorizada y reducir el riesgo de nuevos incidentes.
Durante los últimos años, el edificio había acumulado residuos y sufrido diversos episodios problemáticos. Informes de la Policía Local alertaban de que el lugar se había convertido en un punto de encuentro de jóvenes y se habían producido varios incendios, aparentemente intencionados.
«Tras varios expedientes, hemos logrado que se acometan, por una parte, los trabajos para impedir el acceso de personal no autorizado al inmueble por el peligro que supone y, por otro, el desescombro y limpieza de la zona afectada para restablecer y garantizar las condiciones de seguridad y salubridad del entorno», destaca el concejal de Territorio, Emilio M. Obiol. El edil recuerda la proximidad el espacio a la residencia de la Fundación Manantial para personas con enfermedades mentales.
Para su sellado, la empresa encargada ha optado por diferentes sistemas de cierre: en algunos puntos se han colocado placas metálicas de gran tamaño y en otros, un vallado con lona exterior que permite cierta visibilidad del interior, para facilitar la vigilancia.