Vila -real ya (casi) tiene presupuesto. A las puertas del mes de junio, el Pleno municipal ha aprobado las cuentas presentadas por la coalición de gobierno, tras los desencuentros públicos de los últimos meses: 66 millones de euros que han salido adelante sin sorpresas, con el respaldo de los 15 votos de PSPV-PSOE, Compromís y el concejal no adscrito Manu Rubert, frente a los 10 en contra de PP y Vox. Una vez aprobados, los presupuestos deben todavía someterse a información pública, por lo que, de no haber alegaciones a resolver, entrarían en vigor en julio.
Pocas sorpresas también en los argumentos. Frente a “los presupuestos del renacimiento” enarbolados por el gobierno, la oposición afea unas cuentas “irreales” y sin tiempo material para ejecutarse, según el PP, o “clientelares” y del “despilfarro”, para Vox.
El presupuesto más alto de la historia
Al margen de las valoraciones, los datos: los 66.088.565,77 euros de los presupuestos de 2025 son, efectivamente, la cifra más alta de unas cuentas municipales hasta la fecha, un 13,32% superiores al presupuesto inicial de 2024, que no entró en vigor hasta septiembre. El porqué de este incremento hay que buscarlo en el análisis de ingresos: se duplica el capítulo de tasas y precios públicos, con un incremento del 106,64% y casi diez millones previstos; y se dispara un 200% el capítulo de pasivos financieros, es decir, los ingresos procedentes de préstamo.
En el caso de las tasas, el aumento se debe, sobre todo -y así lo señala la memoria de alcaldía del presupuesto-, a la aplicación, por primera vez, de la tasa de basuras exigida por la normativa europea. Por su parte, el incremento exponencial de pasivos financieros se explica en la previsión de concertación de un préstamo de 4,5 millones de euros para poder financiar el capítulo de inversiones.
En cualquier caso, la mayoría de los ingresos proceden, como es habitual, de los impuestos directos, fundamentalmente el IBI, que supondrá una inyección de 31,2 millones de euros, prácticamente la mitad de los presupuestos. Este capítulo crece ligeramente, apenas un 1%, pese a la bajada del 2% aplicada este año para “compensar” en parte la aplicación de la tasa de basuras, tal como insistió en el Pleno el gobierno local.
Personal y gasto corriente se llevan el 80%
En el desglose de gastos previstos para este año, el personal y los gastos corrientes (suministros como luz, mantenimiento o alquileres) se comen casi el 80% de las cuentas. El resto se reparten casi por igual en tres grandes áreas: inversiones, financiadas vía préstamo (7%), convenios discrecionales y subvenciones (5,71%) y deuda (5,61%). En este punto, tanto el alcalde, José Benlloch, como la portavoz de Compromís, Maria Fajardo, destacaron la reducción del endeudamiento municipal al 43% este año.
En el capítulo de inversiones reales, las mayores cantidades se destinan a pagos urbanísticos (sentencias y expropiaciones), con 1,4 millones de euros aproximadamente en varias partidas. Por envergadura económica, la mayor ‘obra’ que sigue será la adecuación del antiguo matadero para albergar una nueva sede para la Escuela de Adultos (516.000 euros), proyecto largamente acariciado por Compromís antes de su entrada en el gobierno en este mandato e incluido en el Pacte de la Llum de Tol. Vuelven a aparecer actuaciones como el Molí la Vila , el Forn d’Avall l’Alqueria del Carme o el derribo de las casetas del barrio Melilla y se incorporan otras como la renovación del patio de butacas del Auditorio Músic Rafael Beltrán Moner.

También destaca el aumento del capítulo de subvenciones y convenios, que supera los 3,7 millones de euros, con 65 subvenciones nominativas o convenios directos, 14 convocatorias de subvenciones de concurrencia competitiva y una reserva de 25.000 euros para ayudas directas discrecionales extraordinarias “por razones de interés general”. Es lo que el gobierno local llama “alianza con la sociedad” y la oposición de Vox, “clientelismo”.
El propio Compromís puso como una de las condiciones del pacto de gobierno (punto 3.a) no incrementar el capítulo de ayudas discrecionales, que, sin embargo, se incrementa un 5,06% en este presupuesto, pese a que cae un punto respecto al porcentaje total de las cuentas. Otra de las condiciones del pacto de gobierno era la de no suscribir más préstamos “excepto por necesidades urgentes o sobrevenidas”.
A falta de alegaciones, las cuentas aprobadas esta semana entrarán en vigor en pleno verano. Sin entrar en los porqués, el presupuesto más alto de la historia de Vila -real arranca, una vez más, con el reloj en contra, un nuevo préstamo en el horizonte y una mayor carga para los bolsillos de la ciudadanía. Comienza ahora otra cuenta atrás, la de su ejecución. De ella dependerá que las cuentas de 2025 sean, o no, las del “renacimiento” de Vila -real.