El humo blanco ha salido esta tarde de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que el Cónclave ha elegido al nuevo líder de la Iglesia católica. La emoción ha estallado entre los miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro al confirmarse que la Iglesia ya tiene nuevo Papa.
Pocos minutos después de la fumata blanca, el cardenal protodiácono ha pronunciado desde el balcón central de la basílica la tradicional fórmula: “Habemus Papam”, anunciando el nombre del elegido: Robert Prevost, quien ha asumido el nombre papal de León XIV.
Prevost, de origen estadounidense, se convierte en el nuevo Pontífice de la Iglesia católica y sucesor de Pedro , iniciando una nueva etapa en el Vaticano. Tras el anuncio, León XIV ha salido al balcón para saludar por primera vez a los fieles y ofrecer la bendición Urbi et Orbi, como es tradición.
La elección de León XIV representa un giro significativo y cargado de simbolismo. Se espera que su pontificado aborde los grandes retos de la Iglesia actual: la renovación interna, el diálogo con el mundo moderno, la protección de los más vulnerables y el fortalecimiento de la fe en una sociedad en constante transformación.
El nombre elegido del Papa, León XIV, remite a una tradición de papas firmes en doctrina y comprometidos con los valores sociales, evocando figuras como León XIII, recordado por su encíclica social Rerum Novarum.
Con esta elección, la Iglesia inicia una nueva página de su historia, marcada por la esperanza, la renovación y la continuidad del mensaje cristiano.