En la actualidad, el acceso a una vivienda asequible en España representa uno de los principales desafíos sociales y económicos del país. Esta problemática afecta de manera significativa a los jóvenes, las familias de bajos ingresos y otros grupos vulnerables.
Las principales ciudades, como Madrid, Barcelona y València, han experimentado un aumento desproporcionado en los precios del alquiler, impulsado por factores como la especulación inmobiliaria, la turistificación y la escasez de regulación.
Estudios recientes indican que muchas personas destinan más del 40% de sus ingresos al alquiler, lo que genera serias dificultades económicas y un aumento en los desahucios. Además, el auge del alquiler turístico ha contribuido a la disminución de viviendas disponibles para uso residencial, intensificando así la crisis habitacional.
Acampada en Valencia «por una vivienda digna»
La acampada en defensa del derecho a la vivienda, instaurada frente al Ayuntamiento de València tras la manifestación del pasado sábado, ha continuado al menos una noche más. Esta decisión fue tomada por más de 100 personas que asistieron a una asamblea abierta convoca en la plaza del Ayuntamiento, donde se discutió el futuro de la protesta.
Después de casi dos horas de intervenciones, los activistas acordaron no solo proseguir con la acampada, sino también llevar a cabo “más acciones en el futuro” y fortalecer la lucha por el acceso a una vivienda digna en cada barrio y pueblo de la provincia. «La lucha continúa», resumió.
La protesta, que ha surgido de manera autónoma tras la manifestación del pasado sábado, también ha encontrado resonancia en Alicante. La exigencia principal sigue siendo el acceso a una vivienda digna y asequible, una problemática que afecta particularmente a la juventud.
Durante la asamblea, también se escucharon testimonios de jóvenes frustrados por su imposibilidad de acceder a una vivienda, así como el apoyo de personas de mayor edad al movimiento. Varias tiendas de campaña se añadieron al campamento al finalizar la reunión.
Dos representantes de la plataforma «València no està en venda», organizadores de la manifestación, también participaron en la asamblea. También se exigió la prohibición del alquiler turístico y la declaración de València como Zona Tensionada para limitar el incremento de precios ocasionado por la turistificación.
Antonio Belenguer, de la Comissió Ciutat-Port, coincidió en las reivindicaciones y pidió la suspensión de la ampliación del puerto de València, así como la protección de l’Horta y el territorio.
Los participantes de la asamblea coincidieron en la importancia de seguir organizándose. Se motivó a la ciudadanía a unirse a los colectivos existentes o, si fuera necesario, a crear nuevas asambleas donde aún no se han establecido. La acampada aspira a ser una plataforma visible en la lucha por el derecho a la vivienda, un tema que, según sus integrantes, debe mantenerse en la esfera pública.
Por lo tanto, la protesta frente al Ayuntamiento de València se mantiene por el momento, con la promesa de nuevas acciones en el futuro. «Este es solo el inicio», concluyó uno de los asistentes, mientras más personas se sumaban a la acampada.
Imagen de portada: @UCEspana