La periodista de Vila -real avanza a POBLE que están en contacto con las embajadas francesa, italiana y española “que se coordinarán para sacarnos”
Leticia Álvarez Reguera ( Vila -real, 1983) es periodista y se encuentra en Kiev como corresponsal para Antena 3, France 24 y Onda Cero. Desde el epicentro de la guerra, la vila-realense asume uno de sus mayores retos profesionales como corresponsal.
Álvarez cuenta con una curtida trayectoria que la ha llevado a vivir en Bruselas, Grecia, Ucrania… Desde hace 5 años tiene su residencia fijada en Valencia, donde ha sido madre y trabaja como consultora para una oficina de centro de datos para Naciones Unidas.
Leticia aterrizó en Kiev justo el día en que se reconoció el Donbás como independiente. “Llegué, junto a mi compañera Irene Savio, en un vuelo desde Riga donde nos encontrábamos realizando tres reportajes. Uno sobre la misión de la OTAN, otro sobre refugiados que envía Lukashenko (presidente de Bielorrusia) como arma geopolítica y otro sobre apátridas, los rusos que no tienen pasaporte y que son apátridas en su propio país”, explica a POBLE Leticia Álvárez.
Y el ataque de Rusia llegó. “No lo esperaba”, reconoce, “pues las dos primeras semanas pensaba que esto era una tensión más, que tras 8 años de guerra Putin lo estaba utilizando como medida para ganar popularidad en el país”, argumenta. Pero en el momento que el presidente ruso aseguró que iba a enviar tropas, “entonces ya era seguro, nadie lanza una mini guerra, es una invasión larga o corta, pero, al fin y al cabo, eso es una guerra”.
Y en esta guerra se acabaron las sensaciones positivas…
En un conflicto bélico como el que nos atañe, todo es muy incierto, todo puede cambiar de un día para otro. “El domingo, por ejemplo, estábamos más positivos con las negociaciones. Ahora ya no. Hoy tememos que esto se convierta en algo como Chechenia, y la verdad es que asusta un poco”, admite Álvarez. Y es que la sensación de los periodistas que se encuentran allí es la de “que todo puede pasar”.
“Nos esperamos lo peor, pero confiamos en poder salir con corredores humanitarios o aguantar 3 o 4 días de bombardeos en el refugio para luego salir”
En el caso que las tropas rusas entren a arrasar la capital, “confiamos en salir con algún corredor humanitario o algo similar”, espera. Pero después de ver las imágenes de Jarkov, y observar cómo estaban lanzando misiles en zonas residenciales, “creemos que esto no pinta muy bien”. A pesar de todo la vila-realense se muestra confiada “en poder salir con corredores humanitarios, o simplemente aguantar 3 o 4 días de bombardeos en el refugio para luego salir”, apunta, consciente de que “nos esperamos lo peor”. Tal y como detalla Leticia Álvarez a POBLE, la situación puede complicarse. “Los compañeros y las embajadas nos llaman continuamente, estamos en contacto con la embajada francesa, italiana y española, entre ellos se coordinan, estamos en las listas de emergencia y se coordinarán sacarnos. Ellos nos dan información y lo que recibimos es que el escenario no es nada positivo”. Para Leticia “se preparan para un ataque fuerte en Kiev, es una información que están recibiendo todos los países”.
24 horas de trabajo al día
La periodista vila-realense convive en Kiev con Irene Savio, su compañera en France 24, y con Xavier Colás de El Mundo. Junto a ellos, en el Hotel Kozatskiy, situado en pleno centro –en Maidán- también hay más periodistas españoles, turcos, australianos, griegos, chilenos… Profesionales todos ellos con gran capacidad para controlar sus emociones y centrarse en un trabajo riguroso que implica ciertos riesgos.
“Mi familia trata de llevarlo con normalidad porque saben que si ellos ahora se derrumban y me llaman llorando me va a afectar muchísimo y puedo colapsar”
“Yo me centro mucho en el trabajo, que es mucho, y tiendo a dejar las emociones e intento no pensar en mi casa, en mi hijo, porque de lo contrario me colapsaría”, señala. “Tampoco pienso que no voy a poder salir y qué va a pasar cuando lleguen los tanques a la plaza, hay que tirar hacia adelante”, asume. Y lo cierto es que Leticia y sus compañeros trabajan mucho, duermen poco, comen mal y a veces ni comen. “Pero ahora mismo los ucranianos lo están pasando peor porque ellos tienen aquí su casa, es su patria, son ellos los que están sufriendo esto”, indica. “Nosotros, al fin y al cabo, estamos trabajando de forma temporal y vamos a llegar a nuestras casas, ellos no, lo están perdiendo todo y están luchando y viendo como sus familiares se van al frente”. Para Leticia esta situación pasa por “venir aquí, trabajar, centrarse y luego intentar salir y sobrevivir, porque al final es cuestión de sobrevivir”, incide.
“En ningún momento me dicen: ¡corre, sal corriendo de ahí!”
A miles de kilómetros de la guerra, es indescriptible la preocupación que sufre la familia de un corresponsal. “Intentan no comentar mucho lo que ocurre, no me presionan, mi madre solo me dice que le diga siempre la verdad, y yo le voy contando”, explica.
Asimismo, cuando va a haber un bombardeo más fuerte Leticia pide a los suyos “que no se preocupen, que está en el refugio y que todo está bien”. Y cuando la situación se ha puesto realmente mal “he sido sincera y se lo he dicho, pero insistiendo en que tenemos varias misiones diplomáticas detrás de nosotras y están aquí para ayudarnos, y que somos prensa”, subraya. Su madre lo sabe, Leticia nunca esconde la realidad, y su familia es muy respetuosa “porque saben que si ellos ahora se derrumban y me llaman llorando me va a afectar muchísimo y me puedo colapsar”. Por eso la corresponsal agradece que la apoyen y que hablen con ella sobre el día a día.
Del mismo modo ocurre con su hijo. “Hablo con él, le pregunto qué tal está y él siempre me dice que me echa de menos”, detalla Álvarez, quien intenta darle la máxima normalidad. Por eso su marido tampoco le cuenta a ella las veces que su hijo dice que la echa de menos. “Lo llevamos así porque es la manera más correcta, y en ningún momento me dicen ‘¡corre, sal corriendo de ahí!’”, añade. “Ellos respetan mi trabajo y saben que soy consciente del peligro y que no voy a correr más riesgos de los necesarios. Están tranquilos porque tengo a dos redacciones detrás de mí, a varias embajadas, tengo un seguro de vida y tengo medios para protegerme. Están tranquilos”, concluye desde Kiev.
Foto de portada: Twitter @LeticiaAtenas